jueves, 23 de abril de 2015

23 de abril: DÍA MUNDIAL DEL LIBRO

  • Aquí tenéis una selección de poemas destinados a la celebración del Día Mundial del libro
  • 1'Poemas de los dones', de José Luis Borges.
    Nadie rebaje a lágrima o reproche
    esta declaración de la maestría
    De Dios, que con magnífica ironía
    Me dio a la vez los libros y la noche.
  • 2'Libro extraño', de Rubén Darío.
    Libros extraños que halagáis a la mente
    en un lenguaje inaudito y tan raro,
    y de que lo más puro y lo más caro
    hacéis brotar la misteriosa fuente.
  • 3'Quisiera que mi libro', de Juan Ramón Jiménez.
    Quisiera que mi libro
    fuese, como es el cielo por la noche,
    todo verdad presente, sin historia.
    Que, como él, se diera en cada instante,
    todo, con todas sus estrellas; sin
    que, niñez, juventud, vejez, quitaran
    ni pusieran encanto a su hermosura inmensa.
    ¡Temblor, relumbre, música
    presentes y totales!
    ¡Temblor, relumbre, música en la frente
    -cielo del corazón- del libro puro!
  • 4'Las Comedias', de Calderón de la Barca.
    Discreto amigo es un libro:
    ¡qué a propósito habla
    siempre en lo que quiero yo,
    siempre en lo que yo no quiero…!
  • 5'Jardín de invierno', de Pablo Neruda.
    Llega el invierno. Espléndido dictado
    me dan las lentas hojas
    vestidas de silencio y amarillo.
    Soy un libro de nieve,
    una espaciosa mano, una pradera,
    un círculo que espera,
    pertenezco a la tierra y a su invierno.
    Creció el rumor del mundo en el follaje,
    ardió después el trigo constelado
    por flores rojas como quemaduras,
    luego llegó el otoño a establecer
    la escritura del vino:
    todo pasó, fue cielo pasajero
    la copa del estío,
    y se apagó la nube navegante.
    Yo esperé en el balcón tan enlutado,
    como ayer con las yedras de mi infancia,
    que la tierra extendiera
    sus alas en mi amor deshabitado.
    Yo supe que la rosa caería
    y el hueso del durazno transitorio
    volvería a dormir y a germinar:
    y me embriagué con la copa del aire
    hasta que todo el mar se hizo nocturno
    y el arrebol se convirtió en ceniza.
    La tierra vive ahora
    tranquilizando su interrogatorio,
    extendida la piel de su silencio.
    Yo vuelvo a ser ahora
    el taciturno que llegó de lejos
    envuelto en lluvia fría y en campanas:
    debo a la muerte pura de la tierra
    la voluntad de mis gerruinaciones.
  • 6'Don Libro está helado', de Gloria Fuertes.
    Estaba el señor don Libro
    Sentadito en su sillón,
    con un ojo pasaba la hoja
    con el otro ve televisión.
    Estaba el señor don Libro
    Aburrido en su sillón,
    Esperando a que viniera... (a leerle)
    Algún pequeño lector.
    Don Libro era un tío sabio,
    que sabía de luna y de sol,
    que sabía de tierras y mares,
    de historias y aves,
    de peces de todo color.
    Estaba el señor don Libro,
    tiritando de frío en su sillón,
    vino un niño, lo cogió en sus manos
    y el libro entró en calor.
  • 7'Por fuertes y fronteras', de Luis Alberto de Cuenca.
    Qué sería de mí sin vosotros,
    tiranos y, a la vez, embajadores,
    de la imaginación,
    verdugos del deseo
    y, al mismo tiempo, mensajeros suyos,
    libros llenos de cosas deplorables
    y de cosas sublimes,
    a los que odiar
    o por los que morir.
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